miércoles, 9 de noviembre de 2011

Inicis Segona Part

Ja podeu posar la segona part dels vostres inicis en aquesta entrada.

8 comentarios:

Jordi dijo...

CINÈMA DE TERROR

Anar al cinema a finals de la tardor o en ple hivern , en aquell poble d’estiu ja abandonat per tothom, era sempre una experiència .No sabies mai que et podies trobar ; des de una programació doble de terror fins a extranyes pel.licules d’art i assaig sense subtítols. Aquell dia projectaven Campanades a mitja nit i, malgart un cel negre que amenaçaba pluja , vàrem decidir acostar-nos al vell teatre reconvertit per acabar de matar un dissabte ensopit.
Estavem sols.No ens ho acabavem de creure , però era cert : no hi havia ningú.La sala , enorme, mal il.luminada , amb les seves butaques de un blau insultant, era buida i, amb sinceritat, feia basarda seure enmig de un silenci blanquinós.
Agossarats , ens vam decidir per seients del mig de la platea -però al costat del passadis – i , una mica acobardits, ens vàrem dispossar a veure aquesta obra mestra. En el fons tots dos crèiem que no era impossible que ens assessinessin .El mateix acomodador , despres de vendre’ns les entrades, comprobar que no eren falses i acompanyar-nos fins a la entrada de la sala era ,amb tota probabilitat ,un psicòpata.En la foscor , inmersos en la pel.licula, poc a poc anavem oblidant les nostres pors.De sobte, però, es van encendre totes les llums de la sala .Astorats i sorpressos no enteníem el que succeïa fins que, incrèduls,vam llegir a la inmensa pantalla : “ Senyors espectadors els recordem que el servei de bar està a la seva disposició”. No era possible , no podia ser que ningú fos capaç de fer-li això a Campanades a mitjanit per vendre una cervessa i dos bosses de patates .Era un parany , segur, però no hi cauriem.
Passaven els minuts i les llums continuaven encesses .Les nostres mirades es creuaren expresant una certessa : no s’apagarien mai sinò abandonavem la sala. Sense dir-nos res,lentament, agafats de la ma , seguint extranyes indicacions escrites en folis de paper groc engantxats a les pareds , travessant diferents passadissos i cortinatges –amagatalls propíci per qualsevol assassí- ens acostarem al SERVEI DE BAR.
Sota un petit rellotge d’estació desllorigat , un poster amb la Marilyn , un calendàri inútil, i un cartellde CocaCola a la pared , la barra del bar ens esperava abandonada i tètrica.Un silènci absolut , il.luminat per una única bombeta, ens rodejava .No ens atrevíem a dir res.Vàrem esperar alguns minuts abans de iniciar el perillós camí de tornada.Però no va ser possible .Com en el pitjor dels mals sons, la veu del ubic acomodador , sorgint del darrera de no se sap on ens preguntà:

-Els senyors desitgen alguna cosa?

conxa dijo...

LA CASA ABANDONADA



En el reloj de la iglesia cercana sonaban las campanadas. Claudia despertó sobresaltada.

La lluvia azotaba las persianas de la habitación y en el cielo, negro como el carbón, estallaban los relámpagos dejando a su paso un tronar que semejaba el ruido de los cañones al disparar en el campo de batalla.

No sabia muy bien dónde se hallaba. Tras un largo viaje después de una noche nefasta, se había refugiado en una casa abandonada. Cuando se acercó para pedir que la dejaran llamar por teléfono, pues su coche se había averiado, la puerta se abrió, pero nadie apareció.

Al entrar vio que allí hacia mucho tiempo que nadie vivía. Una capa gris de polvo se posaba encima de los muebles y de los techos, infinidad de telarañas le daban la bienvenida.

Con cautela fue inspeccionando las diversas estancias, hasta que entró en una gran sala. Una cama con dosel la presidía. De las paredes colgaban sendos tapices de cuadros flamencos muy conocidos. A ambos lados dos mesitas de cedro con unos hermosos quinqués iluminaban la estancia. En una de ellas un libro descansaba, como invitando a ser leído. La dama del Alba, -leyó-.

Interesante obra de teatro – pensó-. Cogió el libro y lo abrió. Se sentó en la cama y poco a poco las palabras fueron calando en su ánimo. El otoño no era su estación favorita y el tema del libro tampoco invitaba a dar saltos de alegría. Al fin cayó rendida y se durmió.

En el sueño una mujer de blanco venia a buscarla. No era un día de verano y de cielos azules, era de noche y la mano que se alargaba a través del níveo vestido, parecía que iba a arrastrarla a lo más profundo. Claudia se debatía, pero la mujer tiraba y tiraba…

¡¡Ding, dong, ding, dong…!!Mama, mama, corre, corre – mira lo que han dejado en el arbol de Navidad- ¡¡

Conxa
5-11-11

Joan dijo...

EL AÑO DEL POETA
escrita por LOLA
No habría campanadas que pregonaran el acontecimiento, y ningún timbre anunciaría que se alzaba el telón en el teatro donde se representaba su vida.
Las estaciones se sucedían, ajenas por completo a él. A cada verano sucedía, indefectiblemente, el otoño, y tan sólo la lluvia -tempestuosa y previsible a finales de agosto-, y el azul del cielo, que se tornaba ceniciento a la caída de cada tarde, predisponía al hombre a acoger el cambio que el calendario presagiaba.
Sin pausa y sin excusas, también su reloj interno marcaba el compás de sus latidos, de sus ansias por amar, por escribir, por ser. Y también por viajar: viajar por mundos oníricos, literarios, poéticos, pasionales, para los que no se precisaba coche, ni tren, ni avión, tan sólo la imaginación, su poderosa aliada. Al borde del invierno las palabras quedaban en barbecho, las emociones aletargadas; hasta que los vocablos fermentaban y, por fin, con el estallido de la primavera, y, tras un juego de virtuosos malabarismos, germinaban, en forma de versos, los sentimientos de aquel poeta.

lola toledano dijo...

Autocrítica:
Las estaciones se sucedían-... y a cada verano sucedía...
(Demasiados "sucedidos".¡Cielos!
¡Y mira que lo llegas a leer veces!
Lola

Rosa dijo...

Chocolate negro

Lucia de pequeña quería ser un chico negro como el chocolate, seguramente porque era chica y casi albina.

Luego quiso ser alta y esbelta, pero los genes la modelaron bajita y llena de curvas
Años más tarde deseó un novio guapo, bueno y trabajador, hasta que un verano se enamoró de un pinta feo y rico.
Después quiso ser soltera y libre, quizá porque estaba casada además de tener tres hijos varones que, ni que decir tiene, ella hubiera preferido que fueran niñas.
En eso pensaba Lucia cuando la enfermera, después de machacarle las venas alegando que eran difíciles y hacerle beber un líquido asqueroso de color naranja, le dijo que debía andar una hora antes de volver a la sala de maternidad.
Llevaba ya diez minutos paseando por los alrededores del hospital bajo un cielo cargado de lluvia, la tripa cada vez se movía más.
Ella quería una niña, pero seguro que otra vez seria varón y además igual de feo que su padre, por esa misma razón no había querido saber el sexo del bebé, ahora lo lamentaba.
No había comprado ropa nueva, con la de sus hermanos ya tendría bastante. ¿Y si era niña? Pues nada, de azul que es un color monísimo.
Tercera vuelta al hospital. Su marido sin llegar. Le había llamado seis veces al móvil, él sabía que tenía visita, según el calendario de la cocina ya estaba de cuarenta semanas y el niño/niña nacería hoy, sobretodo porque el tocólogo, guapísimo por cierto, se iba de vacaciones; la tercera semana de otoño se abre la veda del jabalí, todo el mundo sabe que el mayor número de partos se produce cuando los expertos en natalidad preparan sus vacaciones.
A los treinta minutos la barriga se le empezó a encoger y unos leves pinchazos en el bajo vientre le indicaron que aquello se estaba poniendo en marcha, faltaba aún media hora. Así que Lucia aguantó y siguió su camino.

En el kiosco del hospital compró una chocolatina 100% cacao, negro negrísimo. Nunca comía chocolate porque le salían unos horribles granos en la cara, la tentación pudo con ella y este se lo comió en dos mordiscos.
Las contracciones iban en aumento y según su reloj todavía quedaban quince minutos, esto era peor que esperar las campanadas de fin de año.
Sentada en la puerta de urgencias se entretuvo un rato con el ir y venir de coches y ambulancias pero el movimiento en su interior no paraba. Había llegado el momento, lo sabía, era su cuarto hijo.
Entró todo lo rápido que pudo en la zona partos.
-¿Donde va señora?, aún no ha pasado la hora, ¡le quedan cinco minutos!- le soltó la enfermera nada más entrar.
Lucia no le hizo ni caso, se tumbó en la primera camilla que encontró en el pasillo.
-Aquí viene.
Abrió las piernas y con las bragas de Lucia haciendo de tirantes apareció una cabecita.
Entonces sí, entonces todos corrieron, ni sala de partos, ni epidural, ni ostias, el bebé estaba naciendo.
Justo a tiempo, una hora después de beberse aquel líquido naranja, nacía su bebé.

¿Era niña, guapa y… negra como el chocolate?

Rosa Martinez
22/12/2009

DANIEL dijo...

NOTÍCIA
Del diari de la ciutat...
Ahir a la nit, els mossos d’esquadra van trobar en un cotxe estavellat, mossèn Jaume, vicari de la parròquia XXXX amb ferides d’arma blanca i una noia jove en estat de xoc. La pluja que sobtadament va caure sobre la ciutat s’apunta com la causa més probable de l’accident. Sobre les greus lesions del citat mossèn no s’ha trobat cap explicació.

He plegat la sotana com m’ho van ensenyar al seminari, amb respecte i modèstia. M’he dutxat i em disposo a escriure evitant que el mirall reflecteixi el meu cos nu. Cal evitar la temptació; el maligne, ho sé per experiència, existeix. Al consultar el rellotge m’adono que són prop de les dues de la matinada. La última reunió ha estat esgotadora. No puc evitar els records de la baralla que han protagonitzat la Marta i el Pau. Em sembla que s’agraden, però es disputen el lideratge del grup amb un entusiasme... Jo crec que en el fons, estan gelosos l’un de l’altre.
Al final, el calendari s’ha aprovat. L’obra de teatre queda posposada fins la tardor. Al mes de juny amb cel sense núvols i un sol que s’allarga fins a les nou no afavoria l’argument del Pau de començar a assajar aquell mateix dissabte. L’altra opció era passar un dia a la platja i anar-hi en un tot terreny últim model, propietat del pare de la Marta.
Com que no es posaven d’acord, s’ha votat. La Marta, al veure’s guanyadora, s’ha aixecat exultant i ha petonejat al Pau amb un gest que m’ha semblat espontani, com si li sabés greu haver-lo vençut i després amb la mateixa efusió s’ha abraçat a mi d’una manera poc respectuosa. Avergonyida s’ha fet enrere i m’ha demanat perdó. Tots s’han quedat parats. Jo el primer.
Aquest jovent s’equivoca. Confon la naturalitat, la senzillesa del meu tracte amb... Pensen que la sotana és una antigüalla, un residu de temps passats i que es poden permetre qualsevol confiança. Es creuen que són moderns, però en realitat són una colla de nens consentits, carregats de diners. Tenen poca substància.
Demano perdó per jutjar-los amb tanta severitat.
Crist ho va dir: ”no jutgis i no seràs jutjat”, però, com no jutjar certs comportaments! I no em refereixo als joves que ja van desapareixent del meu cap. Obro la porta als fantasmes, a les històries increïbles que escolto al confessionari. Un home m’explicava que desitja la filla. L’idea de perdre-la el fa tornar boig, prefereix abans... He de deixar-ho, no fos cas...
Sento les campanades de les dues, som a l’estiu, fa calor i jo donant voltes al pou de la vida, com un ase, però no puc apropar-me al brocal per veure si de veritat al fons hi ha aigua. Això és la fe.
Quines idees em passen pel cap! Les he sentit mil vegades, però avui em semblen noves. Tinc son... i encara he de resar el breviari, gairebé mitja hora més de vetlla.
És dura la vida del capellà, poca gent imagina que la persona que predica la fe i la confiança en una vida superior, es troba sol i no pot expressar a ningú el cansament, els dubtes i les angoixes que em fan vulnerable com qualsevol altre home... Prou... Vaig a resar i a dormir s’ha dit...!
De moment no puc. Ara truquen a la porta...
Daniel

Joan dijo...

LAURA dijo... (Primera Part)

Era el principio del fin del año más largo de mi vida. Si lo hubiera sabido de antemano hubiese tachado con rabia cada día del calendario.
Me habían roto la boca muchas veces, pero en esta me dejaron sin palabras. Y eso que tenía fama de cauto. Salí del teatro veloz, cabizbajo, seguro de que ésta era última. Me bajé el sombrero para que no viesen el llanto, aun me quedaba algo de hombría. Noté la sangré ardiente, saqué un último pañuelo azul de seda y me resigné a limpiarme con él.
Llovía, no como en verano, cuando se hunde el cielo a las tres de la tarde. Era ya otoño, y caían unas gotas tristes, gordas y dispersas, como el llanto de un niño enfadado.
No sabía si llegaría a tiempo a la cita, sin coche y sin reloj. Todo malvendido. Sonaron seis campanadas. Aún a tiempo. Apuré las monedas para tomar un taxi hasta el refugio de siempre, no quería mojarme el traje.
En el apartamento del Rubio ahora se celebraban fiestas de solteros. Me sentía incomodo por no llevar ni una botella, de ahí la prisa por llegar el primero. Los tres teníamos llave, pero solo nosotros dos solíamos usarla.
El Rubio fumaba sentado en el sofá mirando a la ventana, ni se giró al oírme. Se hizo el distraído, pero ya se sabía que pasaba las tardes esperándonos.
Al Rubio le llegaban pronto los cincuenta y se afanaba en ocultarlo con trajes impecables, como el de esa tarde. Llevaba el cabello ralo peinado con rigurosa raya al lado.
- Ya casi se te ven las ideas Rubio.
-Hola Don Juan, - dijo girándose al fin-¿te tomas algo conmigo?
- A eso he venido.
No hubo más remedio que quitarse el sombrero, aunque imaginaba que la cara continuaba hinchada.
-¿Y esa cara? ¿Otra vez?
- Ha ido mal, querían a alguien más joven.
- Eso se pierden.- lo dijo con picardía y se vio en la obligación de cambiar el tono- Aunque la verdad es que nos estamos haciendo mayores, eh.
-Habla por ti Rubio.
- No te pongas así, tú y yo nos mantenemos, no como otros….- ahora si le cambió el tono, bajó la cabeza y sentí que tenía que preocuparme-
- ¿Te refieres a Alejandro? ¿Qué le pasa a nuestro rey del melodrama?
- Está más viejo que tú y yo juntos, así de repente. Pero no es eso… Lleva semanas sin aparecer. Nos evita, creo. El martes me lo encontré en el Blaisy con una niña rubia muy llamativa.

Joan dijo...

lAURA dijo... (SEGONA PART)

-Me extraña, con la mala pinta que trae últimamente. A estas alturas debe estar pelado. Seguro que se lo ha fundido todo en juergas. - Me apretó el silencio, sentí que le debía más confianza a Alejandro- …Aunque igual le va bien, igual le ha salido algo y no nos lo ha dicho.
- No…No le ha salido nada.- Bajó la cabeza de golpe y los cabellos rubios empezaron a despeinarse
- Venga Rubio, cuéntame. Ahora eres tú el que tiene mala cara.
- Bueno…Me acerqué, aunque solo fuese a saludarlo. Se que no le gusta cuando está con mujeres. Se me ocurrió preguntar donde se habían conocido. Pues me dio largas, con lo que le gusta presumir siempre.
- ¿Y eso es todo?
- No. Lo noté nervioso. Le dije que me pasaría por su piso esta semana y me contestó que no podía ser, que se tenían que ir ya. La niñita, que no lo era tanto, dijo que se quedaba. Él dudó y al final se fue.
- Eso es que ha vendido el piso para ir tirando, ya le quedará poca cosa.
- Eso se lo saqué yo a la niña después de dos gin-tonics. Dijo que viven en un hotelito. Me intentó convencer de que así no han de preocuparse por nada.
- ¿Y ella?
- De cerca, no tan niña. Demasiado rubia, demasiado maquillada, demasiado todo. Después de la tercera copa me pidió que me la llevase casa. Yo le expliqué que Alejandro es un buen amigo. Ofendida me gritó que ya estaba harta, que es un viejo al que no se le levanta y que la mantiene para no quedarse sólo. La muy…
- Pobre Alejandro.
- Pobre. Eso es tocar fondo.- Ahora el Rubio parecía casi desolado y me sentí en la obligación de decir algo acorde
- Yo antes me pego un tiro.
- Yo si que me pego un tiro.
No iba a ser una buena noche, acabamos todas las botellas. Alguien bromeó que estábamos sombríos. Ahora me parece que ambos presentíamos que sería nuestra última fiesta.